Hoy salimos con todas las ganas de Arequipa a pasar unos días en el “Canyon County”. A una distancia relativamente corta de la ciudad hay varios cañones soberbios, entre los que según se dice en varios lados, está el más profundo del mundo, el Cotahuasi.
Sinceramente el Cotahuasi está muy lejos, y tiene a su hermanito el Colca (http://es.wikipedia.org/wiki/Valle_del_Colca), que es casi igual de profundo a 100 kilómetros menos de aquí (nótese que 100 kilómetros acá pueden ser tranquilamente 3 horas de viaje). Para que tengan una idea es más del doble de profundo que el Cañón del Colorado.
Saliendo de Arequipa y dejando atrás el bullicio urbano, el bus va subiendo por una pampa de altura, cada vez más, hasta llegar a los 4800 metros . Hace frío y por la ventanilla se ven vicuñas tomando agua en el medio de la inmensidad del páramo. De allí es todo curva y contracurva hacia abajo, a Chivay, donde comienza propiamente el cañón.
Paramos un ratito, bajamos al baño y ya nos quieren enchufar el “ticket de acceso” al cañón, que sale 35 soles por persona y supuestamente es “obligatorio”. Obviamente nos negamos de manera muy cortés a abonarlo. Es una “avivada” de la municipalidad de este pueblo para sacarle plata a los gringos desprevenidos que pasan por aquí. Eventualmente se cansan de nosotros y nos dejan seguir, rumbo a nuestro destino final, Cabanaconde.
Antes de llegar al pueblito donde dormiríamos, la vista es soberbia, el cañón se estrecha más y más en un lugar que se llama Cruz del Cóndor. El río corre encajonado a los 2300 metros mientras que las cumbres superan fácilmente los 5000 metros . Saquen ustedes mismos la cuenta y verán de cuánto es la caída vertical… Las luces del atardecer van formando extrañas figuras y las sombras van convirtiendo a los abismos en vacíos casi tétricos.
En Cabanaconde nos quedamos a dormir en lo de Mirko, un peruano fanático de las camisetas argentinas, tiene 7 por ahora y casi todas de Messi. Siguiendo sus indicaciones, al otro día bajamos al Oasis, no sin antes perdernos un ratito en el maizal.
El Oasis es un lugar increíble a la vera del río, en el fondo del cañón, donde abundan las piletas y unas chocitas de caña para pasar la noche. Tardamos como 3 horas en bajar, lo difícil es la subida al otro día, y sí que lo es. Más de 1200 metros para arriba, todo en zigzag. Salimos a las 5 y media de la mañana para evitar el sol y llegamos completamente muertos, pero lo hicimos! No se si será el más profundo, pero sí que cuesta, y pudimos! Ahora, a dormir en el micro de vuelta.
Para los que piensen que iban a cometer una locura, que sigan pensando eso.Puede ser por falta de coraje o...!Si la envidia fuera tiña...!Es maravilloso lo que están haciendo.Marie: creo que tus abuelos se sienten reflejados en vos, no creo mi vieja,pobre solo de pensarlo se hubiera desmayado! A seguir disfrutando.Saludos de Rosa la Dra Nora K, M.Josefina y otros que tienen acceso a este sitio.mil bacicitos.Cla y yo
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