miércoles, 30 de junio de 2010

Como si estuviéramos en Patagonia

CO03-00103 Salimos bien tempranito con rumbo norte, siempre norte hasta la ciudad de Pasto. Aquí nos recomendaron viajar, al menos en el sur de Colombia, siempre de día. Parece ser que los cacos comunes y las FARC prefieren la oscuridad de la noche para hacer sus fechorías, por lo que por las dudas preferimos salir siempre con el alba de ser posible. Menuda tarea despertarse con el sol!

La primera sorpresa es que por estos lares se puede regatear el precio de los buses de larga distancia. Si usted llega a la ventanilla y acepta lo que le ofrecen sin más, como haría en otros países, entonces sepa que está pagando por lo menos un 10% adicional al valor real. Si da un par de vueltas y se hace el indeciso, entonces le dan su descuentico. En un viaje no es mucho, pero si va a cruzar todo el país, entonces todo cuenta.

CO03-00082 La segunda es que en la buseta de Transipiales tenemos como compañero de viaje un pichicho con pañales! Si, con pañales. También observamos con cierta sorpresa que de Ecuador para arriba, a la gente le encanta “disfrazar” a sus pichichos con trajecitos, sombreros y unas cuantos otros atuendos.

Salimos con el alba, y antes de las 7 estamos en la terminal. En 20 minutos conseguimos bus y salimos para el norte. El paisaje es bellísimo, vamos circulando por una ruta serpenteante, entre colinas quebradas de un verde intenso. La niebla matutina que el sol va rasgando de a poco añade dramatismo al camino. Después de un rato, terminamos bordeando la vera de un profundo cañón. Chofer, ponga atención al camino, no le vaya a errar a la próxima curva!!! Aquí la cordillera de los Andes se ensancha y se divide en 3, inventando paisajes de novela, propios de Indiana Jones, o bien de Tras la esmeralda perdida (http://www.imdb.com/title/tt0088011/), se acuerdan?.

CO03-00102 Después de un largo rato llegamos a nuestro destino final, la ciudad de Pasto, donde viven los pastuzos :-) Suena gracioso, no?. La cuestión es que es nuestro destino por hoy, pero el bus sigue a Cali, haciendo una parada para desayunar en la terminal. No recuerdo bien, pero por una de esas cosas del destino nos pusimos a hablar con la gente del perro con pañales y terminamos tomando un desayuno también con un aventurero vietnamita que anda por acá.  La señora del local nos ofrece un rico chicarrón (cerdo frito) y carne a la cacerola para comenzar el día. Cerdo frito? Pero doña… son las 9 de la mañana!… No tiene mejor un tinto? (Tinto = Café negro). Sandra, la señora del perro termina invitándonos a pasar por su casa en Cali antes de subir nuevamente al bus.

De aquí nos vamos a visitar el parque nacional más pequeño de Colombia, una hermosa isla en la laguna de La Cocha, a la que llegaríamos después de esperar llenar el cupo del taxi compartido. Estuvimos como una hora esperando que llegara el cuarto pasajero! Nuevamente el paisaje nos sorprende. Ahora pareciera que estamos en Patagonia. Hace frío, está por llover y hay montañas por todos lados.  La laguna hasta parece el lago Nahuel Huapi en un día ventoso.

CO03-00070 Caminamos hasta el fin del muelle y luego de una ardua negociación un señor macanudo nos lleva con su lanchita hasta la pequeña isla. El trayecto es muy pintoresco, una mezcla de las casitas del Tigre, todas sobre pilotes, pero pintadas como en Caminito, y muchas de madera como en la Patagonia chilena y llenas de flores. El lago, como ya dijimos parece el Nahuel Huapi.

La isla es una maravilla, la vegetación, propia del bosque nuboso y frío. Hongos por todos lados, bromelias y hojas de potus de tamaños nunca vistos. Estoy fascinado con los juegos de luces que crean las hojas y la humedad de la vegetación. La cámara saca y saca, cómo quiero a esta batería! Nos apuramos para volver porque el señor nos espera en su canoa que se agita como una cáscara de nuez mientras volvemos a tierra firme, hasta creo que le entraba un poco de agua por las juntas. Mamita! Parece mentira estar a unos pocos grados del Ecuador y con tanto frío y viento.

De vuelta en el pueblo Marie degustó un rico yogurth de café y yo unas empanaditas de añejo para saciar el hambre luego de tanta aventura, después de hacer una recorrida por la plaza principal y ver algunas iglesias realmente viejas. El sur de Colombia no deja de sorprendernos, no se parece en nada a un país tropical como habíamos imaginado.

 

Ver más fotos de La Cocha

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sábado, 26 de junio de 2010

Adentro del señor de los anillos

Desde Tulcán, el último pueblo ecuatoriano antes de la frontera nos tomamos un taxi con otros dos mochileros que nos encontramos en el camino y luego de un ratito llegamos al puente internacional. Hacemos migraciones del lado ecuatoriano, cambiamos los últimos dólares que nos quedan por pesos colombianos y emprendemos con un poquito de miedo el cruce del puente. Entramos a Colombia caminando. Ahora sí, estamos en la tierra de Shakira, las FARC, los narcotraficantes, y presiento mucha gente amable y bienaventurada que hará grata nuestra estadía.

CO01-00018 Una vez del otro lado un agente del DAS, la policía colombiana, vestido de ninja negro y con la última tecnología, nos sella el pasaportes y nos da la bienvenida, sin historias ni problemas.

Cruzar la frontera fue muy sencillo, ni siquiera tuvimos que hacer cola en migraciones. Tampoco nadie nos revisó exhaustivamente, como nos dicen es la regla aquí. Entonces, felices y contentos nos tomamos la buseta que nos lleva a Ipiales, el primer pueblo colombiano, y nuestra base de operaciones por 1 día.

Como buen pueblo de frontera, Ipiales no nos gustó. En principio, no sabemos si es por la cantidad de ceros que hay aquí o qué, pero las cosas nos parecen un poquito más caras. Qué lío con tantos números! Cuánto vale la leche? 2.000 pesos. Y un almuerzo? Ronda los 10.000. Una locura! Igual comemos unas ricas almojábanas, un pastel hawaiano y emprendemos nuestro viaje al santuario de las Lajas, que es la excusa por la que nos quedamos aquí (además de descansar un poquito después de tantos buses continuados).

Hubiéramos estado sólo de paso por aquí, como lo hace la mayoría de la poca gente que usa este paso fronterizo, si un sueco que nos encontramos en un hostel de Quito no nos hubiera mostrado una magnífica foto del Santuario de Nuestra Señora de las Lajas. Es hermosa.

Esperamos a que se llene un taxi compartido medio destartalado, y hacia allá vamos! Bajamos luego caminando por la serpenteante callecita hasta el fondo de un cañón, y allí, el paisaje es digno del set del Señor de los anillos. Una foto dice más que mil palabras:

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Realmente es una sorpresa, lo último que hubiera asociado con un país tropical como Colombia es una catedral gótica enorme, en el fondo del cañón de un río. A Mariela le gusta tanto la catedral que me dice, como al pasar: Si alguna vez me casara, quiero que sea en esa iglesia :-)

Ya por la tardecita y de vuelta en el pueblo vamos a comer a la vueltita de donde estamos parando y preguntamos qué tienen. Morocho quemado. Qué cosa? Bueno, probemos a ver qué es. Es la mejor carne al horno que hemos comido desde que salimos de Argentina.

miércoles, 23 de junio de 2010

Colombia te abre las puertas de su inmenso corazón

Vamos camino de la frontera. En minutos más estaremos en Colombia, las tierras de Shakira, Carlos Vives, Aterciopelados, Juan Valdez y su burro, el pibe Valderrama y el infame Pablo Escobar.

Colombia es famosa no solo por sus celebridades sino también por su café, su cacao, su aguardiente, sus rosas, su ciudad amurallada, sus playas paradisíacas, sus chivas, su música (rumba, salsa, cumbia y vallenato), Café con aroma de mujer, Sin tetas no hay paraíso y un clásico de los ‘80: Tras la esmeralda perdida.

Este país bi-oceánico (el único de Sudamérica con salida al Atlántico y el Pacífico) también es tristemente célebre por la cocaína, el narcotráfico, el Plan Colombia, las FARC, los secuestros, las extorsiones, los desplazados, los mutilados por las minas antipersonales, el bombardeo a Ecuador en 2008 y aquel inolvidable 5-0 en cancha de River.

Con emociones encontradas nos vamos acercando al hito. Se mezclan la ansiedad por conocer su gente y un poquito de miedo por la situación. En 20 días son las elecciones presidenciales e imaginamos que los ánimos pueden estar un poco caldeados. No es para menos, en un país que lleva más de 50 años de guerra civil y que solo es soberano sobre tan solo la mitad de su territorio.

De todos modos, vamos confiados en que lo vamos a pasar muy bien.

Saludos a todos desde el camino,

Marie
En algún lugar de la carretera Quito-Tulcán, Ecuador
10 de mayo de 2010

Lo mejor y lo peor de Ecuador

Estadía: 27 días
Km recorridos: 3021
Lugares visitados: Guayaquil, Cuenca, Baños, Quito, Mindo, Reserva Natural Cuyabeno, Mitad del Mundo, Puerto López.

Juego de moda: Balero de plástico (todos los juegan, grandes y chiquitos).
Bebida típica: Canelazo de naranjilla y de mora
Comida típica: Llapingacho, guatita 
Snacks típicos: Chifle, empanadas de viento y de morocho, bolón de verde, empanada de verde, tortilla de verde
Un postre típico: quimbolito
Una fruta exótica: orito
El pan más rico: pan de yuca, pan de canela
El chocolate más rico: Chocolate Mindo (60% cacao)
La pizza más rica: en Baños
El postre más rico: Panqueque de chocolate con helado en The Coffe Tree (Quito)
El peor viaje en bus: Manta - Puerto López
El mejor viaje en bus: Ambato - Baños
Un momento de terror: Cuando no venía la tarabita a buscarnos (Baños)
Un momento de paz: Relax frente al Pailón del Diablo (Baños)
Un atardecer: En la playa de Puerto López
Un amanecer: En la Selva
Un paisaje: El del camino entre Lago Agrio y Quito
Una locura: El calor infernal de Guayaquil
Un flash: La cantidad de panaderías de Cuenca (1 por cada 11 habitantes)
Una aventura: Viajar en la caja de una camioneta con lavarropas y bicis
Un paseo: Malecón 2000 al atardecer (Guayaquil)
Una sorpresa: El sistema de transporte integrado de Quito
Una odisea: Llegar de Quito a Puerto López
El personaje: Mario, nuestro amigo fisioterapeuta de Cuba
La mejor velada: noche de rumba con Francisco en La Mariscal
Lo más extravagante: El sonido que producen las avispas en sus nidos
El mejor trekking: Por el Cajas en compañía de Felix y Laetitia
La mejor cama: La de la casa de Fran (Quito)
La peor cama: Hostal La Casona (Quito)
La iglesia más linda: Compañía de Jesús (Quito)
El altar más increíble: Compañía de Jesús (Quito)
Un museo: El de los sombreros de paja toquilla (Cuenca)
Una cuenta pendiente: Islas Galápagos
Una cuenta pendiente bis: los volcanes

Saludos a todos desde el camino,

Marie
Quito, Ecuador
10 de mayo de 2010

sábado, 19 de junio de 2010

Nuevo diseño!

Hola! La aventura sigue, y ahora con nuevo diseño! Estuvimos aprovechando los lluviosos días acá en Panamá y le dimos una vuelta de tuerca al diseño del blog. Ahora está más prolijito! Qué les parece? Saludos!

martes, 15 de junio de 2010

Navegando por el Caribe

Hola! Queríamos contarles que en este momento estamos navegando por el Caribe, desde Cartagena hasta Cartí, en Panamá, por lo que por unos días vamos a estar offline, probablemente haste el jueves o viernes de esta semana, depende cómo vengan los vientos en el Caribe. Nos vemos!

lunes, 14 de junio de 2010

Todos los fuegos el fuego

Una de las consecuencias más usuales de estar de viaje y no tener un lugar fijo, aquello que solemos llamar “hogar”, es que inexorablemente vamos perdiendo cotidianeidad con la caja boba. Aceptémoslo de una vez, quien más, quien menos, el aparatito a veces se va haciendo lugar de a poco en la mesa. Incluso en algunas familias pareciera que hasta le ponen plato, cuchillo y tenedor.

Esto trae aparejado una lenta y preocupante disminución de la cantidad de horas que consumimos noticias, noticieros y noticiosos, como les decía mi abuela. Así, uno va perdiendo noción de la realidad real, la del aquí y ahora, la del impacto, la de los sucesos que conmueven a la opinión pública. A veces, la amarilla. Así, termina sucediendo que alguien que está al otro lado del mundo se entera mucho antes que uno de lo que sucede en la misma ciudad y el mismo país en el que se está.

En eso estábamos paseando por Ecuador, navegando por realidades paralelas, cuando pasó lo del agua. En realidad, creo que todavía no comprendo bien qué pasó con el agua, pero la cosa sigue el patrón clásico de eventos latinoamericanos. Por alguna razón el gobierno “revolucionario” ecuatoriano intentó legislar/normar sobre los recursos hídricos del país; sin embargo, los indígenas llegaron de alguna manera a la conclusión de que la nueva ley del gobierno “popular” privatizaba las fuentes de agua y era perjudicial para el pueblo. Entonces, imagino, negociación va, declaración viene, qué mejor y más productivo que salir a cortar las rutas de todo el país. ¡Excelente medida! La historia nos demuestra que en casi todo latinoamérica se recurre asiduamente al piquete para combatir los graves problemas que aquejan a nuestras sociedades.

El gobierno le sube los impuestos y gana menos. Piquetazo amigo!

Le cortaron la luz a todo el barrio porque todos se cuelgan? Se soluciona con un corte de ruta!

No alcanzan los sueldos? El corte de ruta lo soluciona!

No le gusta su suegra? Vamos, anímese, pruebe a cortar la ruta y quizá la vida se la cambia!

Claro que, como les decía antes, la abstinencia periodística a la que nos veíamos sometidos contribuyó a que nos pusiéramos al tanto de los hechos arriba de un bus y de camino a la frontera colombiana. Somos presa fácil de los piqueteros!! En qué lío nos hemos metido!! Y todo por no ver noticieros!!

Tarde o temprano iba a pasar, y hasta les diría que casi con una mueca de placer y curiosidad llegamos al corte. Ahí, si ahí frente a nuestras narices se estaba gestando el descontento y la rebeldía del pueblo vilmente expoliado, no sólo ahora por los poderosos, los oligarcas, las multinacionales, sino ahora también por su propio gobierno “revolucionario”. El trancón estaba recién comenzando, y conseguimos la segunda fila, sólo un camioncito delante nuestro, y más allá la turba contestataria.

Excelente pensé, desde aquí puedo palpar como nadie la acción, tengo una posición privilegiada al púlpito de los rebeldes. Incluso puedo ponerme a hablar con ellos así me cuentan su punto de vista ante tan enorme atropello. Estoy en búsqueda de argumentos contundentes que apunten contra los contubernios del poder. Sólo faltan las cámaras de TV!

Así, con la emoción de un reportero de guerra en Vietnam me acerco sigilosamente al escuálido grupo y empiezo a entablar conversación intentando tantear las razones, los motivos de tan frontal medida. Sin embargo, todo lo que consigo son apáticos, uh, si el agua, no se bien por qué estoy acá, y pregúntele a aquel que sabe. Si vaya vaya, aquel sabe.

Cuestión que fui cambiando de interlocutor hasta quedar con el cabecilla, sí el organizador, la mente detrás del grupo, junto con el jefe del grupo de los policías también. Y le tiro a quemarropa:

- Y Don, que pasa con esta vaina del agua?

- Ah, y vio, lo del agua, no sé que quieren hacer, acá cortamos la ruta.

En eso el policía le dice: Amigo, ¿qué hacemos?, ¿qué planes tienen?

El tipo lo mira, piensa un rato, busca en los bolsillos y después de un largo silencio me mira y me dice. Ah señor, usted, usted, ¿no fuma?

- No, ¿por?

- Ah, porque acá ya tenemos todo más o menos listo, pero nos falta la nafta y el fuego para prender los palos. ¿No me prestaría usted? Es que aquí nadie trajo fuego…

Ya basta!! Esto es el acabose pienso mientras me doy media vuelta y me vuelvo al bus. Muchachos, un poco de cordura y profesionalismo. Que no sepan las razones, bueno, vaya y pase, pero… no tener nafta, ni encendedor, ni unas cubiertas, aunque más no sea de twingo.

El chofer dio media vuelta, dejamos el improvisado trancón atrás y pasamos por otro lado más o menos a la vueltita.

5 horas después llegamos a la frontera con Colombia. Tuve mucho tiempo para pensar y llegué a la conclusión que detrás de esa pátina de apatía piquetera se escondía una reserva de lucidez y sensatez. En el fondo nunca quisieron prender fuego a los palos para no desperdiciar eso por lo que tanto luchaban! ¿Cómo no lo pensé antes?

sábado, 12 de junio de 2010

De profesión: chamán

Hoy salimos bien tempranito por la mañana, nos espera un día largo, pero super interesante, la idea es continuar adentrándonos en la selva amazónica, cada vez más cerca de la frontera con Perú y Colombia, con el propósito de conocer una de las tribus típicas de la zona.

IMG_7792Subimos a la canoa y le damos río abajo unas 2 horas.  Entre meandro y meandro, lianas y profusa vegetación, nos cruzamos con unos delfines rosas, resultó ser que era una madre que le estaba enseñando a nadar a su delfincito! A veces cortamos camino internándonos en las zonas inundadas, así también vimos nuestra cuota de monos, tortugas y las increíbles avispas marchadoras. Al fin llegamos a la tierra de nuestros amigos los cofanes.

IMG_7999 Si bien la aldea está en medio de la jungla y a casi a 8 horas de viaje de cualquier lugar algo civilizado, el lugar no es increíblemente precario como me había imaginado. Hasta les diría que se parece a algún campamento hippie/conservacionista que hay en las afueras de Buenos Aires. Para el almuerzo, una señora de la aldea nos contó que íbamos a hacer pan de yuca (lo que en Argentina se conoce popularmente como mandioca) desde 0. Y vaya que sí, fuimos con el machete, cortamos la planta y ahí sacamos la querida yuquita. Después la abrimos, la rallamos en unos ralladores, le sacamos el agua con un implemento muy loco y de ahí al fuego. Listo! De la planta al pan en 1 hora.

Pero todavía faltaba el plato fuerte, ir a conocer al chamán, el curandero del pueblo. Resulta que el buen hombre vivía solo y todavía más adentro en la jungla, por lo que volvimos a tomar la canoa y otros 30 minutos más. Amarramos, bajamos de la canoa y nos disponemos a esperarlo, está con otra consulta.

No se bien qué esperar, esto es muy raro. En eso pasamos y el chamán nos recibe, en su lugarcito. La primera impresión es la de estar dentro de un documental del NatGeo, está vestido con un montón de plumas, dientes de jaguareté y un sinnúmero de otros chirimbolos. Nos da la bienvenida muy cortésmente en un castellano imperfecto y ahí mismo empieza a cantar y a bailar con unas palmas en la mano. Según nos cuenta, es un ritual para ahuyentar los malos espíritus.(El video no es mío, pero el chamán es el mismo)

Luego empezamos a conversar y realmente no tiene desperdicios. Nos cuenta que para ser chamán uno tiene que prepararse toda la vida, que hay que aprender cómo preparar las diversas pociones con las plantas de la selva. Luego también claro, hay que saber qué aplicar en cada caso. La instrucción inicial demora unos cuantos años. Él ya está viejo y tiene 3 aspirantes a sucederlo. Para graduarse, tienen que pasar por una prueba que incluye tomar una poción alucinógena por 24 horas y ver cosas raras.

IMG_8051 Mayormente atiende a gente de la aldea, pero también nos cuenta que a veces viene a verlo gente de lejos y que desde que las petroleras están haciendo trabajos en la jungla más y más gente le aparece con problemas nuevos. Dice que para muchos está investigando soluciones, pero que muchas veces no hay nada que hacer, el Dios que ve en sus alucinaciones a veces le da respuestas, otras veces no.

A los niños y a las mujeres embarazadas no les cobra, a los adultos, según dice, la mayoría de las veces lo canjea por trabajo. No es fácil conseguir y procesar todas las plantas que necesita para hacer sus remedios.

Por último le pregunto el nombre, y me contesta: Alberto. Chuta! Acá también llegó la globalización! Pensé que me iba a decir un nombre más raro! Finalmente, a pesar de vivir en el medio de la selva, Alberto no es ningún tonto, vende sus pociones alucinógenas a 10 dólares a todo aquel gringo que quiera comprarlas.

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jueves, 10 de junio de 2010

El Amazonas, un mundo nuevo

IMG_7760 En el corazón de Sudamérica y compartida por 8 países se encuentra la mayor selva tropical del mundo, el Amazonas, cuna de innumerable cantidad de especies animales y vegetales. Quién no ha soñado alguna vez con conocer ese mundo especial?, misterioso, casi una caja de sorpresas. Además, la parte occidental y que limita con los contrafuertes andinos es una de las zonas con mayor biodiversidad por hectárea del planeta. Se calcula que en una sola hectárea de esta selva hay más especies que en toda Europa.

IMG_7851 Por varias razones, la selva nos venía siendo esquiva en Bolivia y en Perú. Bien necesitábamos hacer interminables jornadas de 25 horas o más por carreteras completamente embarradas o tomar costosos aviones a ciudades como Iquitos, a las cuales no se puede llegar por tierra. Sin embargo, aquí en Ecuador la tenemos al alcance de la mano, y hacia allá vamos.

Seguimos más o menos el derrotero de Francisco de Orellana, el primer hombre blanco en descubrir y bajar el Amazonas hasta el Atlántico. Salimos de Quito hacia el Este por la noche y llegamos bien temprano por la mañana a Lago Agrio, un pueblo de dudosa reputación junto a la frontera colombiana. De aquí comienza en bus nuestra camino, ahora ya por tierras selváticas pero completamente depredadas por las actividades de las petroleras. 2 horas más nos dejan en el puente del Cuyabeno, de aquí sólo podemos seguir en  canoa a motor, se terminaron los caminos y sólo queda aprovechar los ríos.

IMG_8144 De a poquito nos vamos internando en la espesura, y el panorama se vuelve mágico, casi surreal. En cierto sentido se parece a navegar por el delta pienso, aunque bastante más tupido y cerrado. Vamos por un río marrón y los monos no tardan en aparecer. Seguimos zigzagueando por el curso del río hasta que empieza a llover. Y la lluvia acá es gruesa y no para. Nos tapamos con todo lo que tenemos y más, pero el temporal arrecia y parece que se viene el mundo abajo. Nunca vi caer tanta agua en tan poco tiempo. Seguimos como podemos, cada vez más despacio, pues no se ve mucho, pero solo es cuestión de paciencia.

IMG_8148 Finalmente el temporal amaina y llegamos a nuestro destino/campamento. Son unas cabañas elevadas, como las del Tigre, básicas pero bonitas, y hay bichos y más bichos por todos lados. De a poco se hace de noche, y ahí empieza la sinfonía de sonidos, es increíble, incluso sólo podemos identificar menos de la mitad de lo que escuchamos. Con la noche de telón de fondo nos vamos a comer, y ahí saludamos a nuestra amiga la tarántula que cuida el quincho, y al caimán que viene todas las noches. Mañana será el día para salir a caminar y probar las hormigas limón.

Ver las fotos de la selva

lunes, 7 de junio de 2010

Mi gente linda de Quito

Desde que llegamos a Quito, todo el mundo, con excepción de una sola persona (un boletero del Trole), nos ha tratado super bien. Esto no quiere decir que en los otros lugares que visitamos hasta el momento nos hayan tratado mal. Para nada. Pero los quiteños pues, contrario a lo que uno podría pensar de los habitantes de una ciudad grande que por lo general se mueve a un ritmo acelerado, han ido más allá de todas nuestras expectativas y nos han sorprendido gratamente con su amabilidad. Para muestra bien vale un botón (o varios).

No bien llegamos a la ciudad, en la terminal Quitumbes, el despachador de los troles salió de su cabina para indicarnos cuál era el trole que debíamos tomar para llegar a la ciudad.

En el hostel, nos encontramos con Jaime, su dueño, una persona maravillosa y sencilla que nos recibió con los brazos abiertos y puso a nuestra disposición todo lo que tenía.

Después salimos a caminar por La Ronda, para buscar un lugar donde cenar. No hicimos más de 300m y ya habíamos recibido varias cordiales bienvenidas por parte de los quiteños. La gente al darse cuenta que éramos turistas (y argentinos), enseguida entablaba conversación y hasta nos recomendaba lugares para cenar y platos típicos para degustar.

Cuando un colectivero, de buena fe, nos dijo que nos “acercaba” a nuestro destino pero en realidad nos dejaba como a 15 cuadras en una zona “complicada”, una pasajera nos avisó dónde debíamos bajarnos y nos recomendó encarecidamente que tomáramos un taxi. Como además era de noche y en esa zona se había cortado la luz, nos acercamos a la policía que estaba dirigiendo el tránsito para preguntarles cuál bus debíamos tomar desde aquí hasta nuestro hostel. Uno de los oficiales nos indicó el bus pero, como no venía, su compañero se metió entre el tránsito para pararnos un taxi y hasta habló con el chofer para que no se aprovechara de nosotros.

El chofer del bus a Mindo se tomó la molestia de avisarnos que ya había llegado la señora del quiosco y hasta esperó que fuéramos a comprar algo para desayunar antes de partir, sin que se lo pidiéramos.

Ya les contamos que en Mindo, a tan solo 80km de acá, también conocimos gente hermosa. Además de Claudia y Miriam, nos conectamos muy bien con Luis y su familia. Su hijo se pasó toda una tarde de lluvia mostrándonos sus juguetes, jugando con nosotros, contándonos de la escuela, practicando inglés y matemática y comiendo pan con dulce de leche. Después, Luis nos llevó por un atajo para que llegáramos a tiempo a tomar el bus.

¿Qué decirles de nuestro anfitrión y amigo de CouchSurfing Francisco? Fran nos abrió las puertas de su casa, nos llevó a recorrer la ciudad, a comer platos típicos y hasta nos llevó a bailar salsa a una salsoteca! Nos sentimos tan a gusto que fue muy difícil irnos.

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En la Mariscal, entramos a un local a comprar agua y la señora entre “¿Uds. de dónde son?” y “No pueden dejar de visitar aquí o allá” terminó regalándonos una fruta típica para que la probáramos (por fuera parece una banana pequeña pero por dentro tiene pulpa como la granada).

Todos nos han tratado tan bien que nos sentimos como en casa o, pensándolo bien, mejor que en casa. Nos costó mucho despedirnos de Quito y de toda la gente hermosa que conocimos.

Saludos a todos desde el camino,

Marie
Quito, Ecuador
6 de mayo de 2010

El trole

El trolebús, más conocido por todos como “el trole” es hoy un símbolo de Quito. Forma parte de un sistema integrado de transporte público que incluye también el Metro y la Ecovía. Se trata de 3 líneas de buses y trolebuses dobles con carriles exclusivos que recorren el eje norte-sur de la ciudad desde hace unos quince años en un intento por solucionar los graves problemas de tránsito que aquejan a la capital ecuatoriana.

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El sistema tiene distintos recorridos (hay servicios más cortos y otros más largos), una frecuencia más que aceptable y un cronograma que se cumple. Cuenta con estaciones cada aproximadamente 4 cuadras identificadas con una señalética impecable que incluye los nombres y dibujos alegóricos. En todas hay mapas con el recorrido y carteles electrónicos que anuncian en tiempo real cuánto falta para que llegue el próximo trole.

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El costo del boleto es de USD 0,25. Uno adquiere el pasaje en la boletería y luego, previo depósito del cospel o tarjeta magnética (según se trate del trole o el metro) en el molinete, accede a la plataforma, con puertas automáticas que coinciden perfectamente con las puertas del trole y que se abren únicamente cuando el trole se detiene en la parada.

Una vez a bordo, hay que estar atento y cuidar bien las pertenencias ya que el trole es hogar de muchos amigos de lo ajeno. En nuestro primer viaje, recién llegaditos y con todas nuestras cosas a cuestas, logramos identificar a un par de malandras. No les quitamos la vista de encima y llegamos a nuestro destino sin inconvenientes. De hecho, nunca tuvimos ningún problema en el Trole así que quizás solo se trate de no bajar la guardia.

Para asegurarse de que uno no se pase, la voz de una locutora con acento español va anunciando las paradas actuales y siguientes. Además, hay un cartel electrónico y, por si fuera poco, muchas veces el conductor también anuncia las paradas y avisa que va a cerrar las puertas.

Como se imaginarán, es un medio de transporte muy popular. Tanto, que hay horas en las que va tan lleno como el 60 o la línea C a las 6 de la tarde. Y si bien es rápido la mayor de las veces (20 minutos en promedio desde el centro histórico hasta la terminal norte de la Y), en las horas pico puede llegar a parecerse a un caracol, según las condiciones del tránsito. Es por eso que la semana pasada el gobierno estableció el sistema de pico y placa, que prohíbe un día a la semana la circulación por el centro de los autos cuyas patentes terminan en un determinado número).

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Demás esta decir que el trole fue nuestro principal medio de transporte para movernos por la ciudad y, por eso, este humilde homenaje. ¿Y si en Buenos Aires se hiciera algo parecido? ¿Alguien se anima?

Saludos a todos desde el camino,

Marie
Quito, Ecuador 
5 de mayo de 2010

Nota: Las imágenes no son nuestras sino de HappyGiuseppe (1 y 3), http://relatos-de-viajes.blogspot.com (2)y Leonardo Laso (4). Este último, se los recomiendo, es muy interesante.

sábado, 5 de junio de 2010

¡Chuta! Quito se nubló

Este post está dedicado muy especialmente a Glenda

Llegamos a Quito el sábado por la noche, con lluvia, para variar. Llovió todo el camino desde Baños así que no pudimos ver nada de la famosa ruta de los volcanes. Como nuestra guía Lonely Planet edición 2007 (la 2010 no estaba aún en las librerías cuando partimos) decía que la terminal de buses quedaba en el barrio histórico nos decidimos por un hostel en esa zona. Pero hete aquí que una vez más la biblia IMG_7422nos dejó en banda ya que la terminal Cumandá no funciona desde hace más de un año y ahora los buses llegan a la terminal sur Quitumbes. A pesar del inesperado contratiempo, nos resultó grato ver una terminal tan hermosa y organizada, que no tiene nada que envidiarle a los aeropuertos más modernos. Además, se conecta con el centro y el norte de la ciudad a través del “trole”. Lo abordamos sin dejar de tener presente todas las recomendaciones sobre el cuidado de nuestras pertenencias y llegamos a nuestro destino sin inconvenientes.

Después de instalarnos, salimos a cenar y nos sorprendimos en La Ronda por el gran movimiento nocturno (con excepción de Guayaquil, Miraflores en Lima y el hostel de Máncora, hacía tiempo que no veíamos tanta gente en la calle después de las 8pm). ¡Guau! ¡Qué cambio! No lo podíamos creer. Fue como transportarnos a Buenos Aires.

El domingo arrancamos tempranito con la esperanza de que el clima nos diera un respiro. Pero, desafortunadamente, no pudo ser. Nublado, lluvia, nublado, lluvia, nublado (una constante que se repetiría durante toda nuestra estadía en la ciudad). Con la luz del día, la ciudad resultó todavía más bella que por la noche.

IMG_7429 Los domingos, varias calles del centro histórico se cierran al tránsito y se convierten en peatonales o ciclovías por lo que se hace aun más placentero recorrerlo. Al igual que en las otras ciudades latinoamericanas colonizadas por los españoles, las iglesias abundan, llegando a extremos ridículos en los que encontramos 3 iglesias en una sola cuadra (la Catedral, el Sagrario y Compañía de Jesús). Resultó que justo era la celebración de la Virgen Dolorosa por lo que enseguida quedamos atrapados dentro de la procesión. No por ser atea dejó de conmoverme el fervor y la fe de los ecuatorianos. Creía que Perú era un país muy creyente, el más creyente de Sudamérica pero, después de haber presenciado la celebración y algunas misas, me atrevería a decir que los ecuatorianos son aun más devotos. Nuestro derrotero después nos llevó por el palacio presidencial (sin Correa, que vive en otra parte), la imponente Basílica del Voto Nacional (una mega iglesia estilo gótico) y el parque La Alameda (la verdad, las plazas acá están un poco descuidadas a comparación con Perú o Bolivia pero están más limpias que en Buenos Aires) pero, de pronto, nos dimos cuenta de que estábamos solos, no había nadie en las calles y eran recién las 3 de la tarde.IMG_7724

Por seguridad, decidimos dejar el desierto barrio histórico e ir hasta La Mariscal, la zona turística en la parte nueva de la ciudad. Supuestamente, esta es la zona top, como un Palermo en miniatura, con bares, restaurantes, discos y exclusivos locales de diseño uno al lado del otro. Pero ¡vaya sorpresa! Al caminar por la Avenida Amazonas resulta que todo estaba cerrado. ¿Y dónde están los turistas? ¿Dónde están los bares? Algo nos dice que estamos en el lugar equivocado. Por suerte, encontramos unos adolescentes que nos señalaron el camino correcto. Terminamos en la Plaza Foch, comiendo unos nachos y un delicioso panqueque con chocolate y helado!

En la semana volveríamos varias veces al centro histórico IMG_8287y a La  Mariscal. A diferencia de los otros países que hemos visitado, acá no resaltamos tanto como turistas. Ya nos sentimos y nos movemos como locales, yendo en trole de acá para allá, comiendo bolones de verde, chifles y pan de yuca. Dado lo emputecido del clima, no pudimos ir al TeleferiQo ni al Panecillo ni nada. Lo único que pudimos hacer al aire libre fue ir a la Mitad del Mundo (por donde pasa el Ecuador) pero nos resultó decepcionante. Resulta que para ver el monolito hay que pagar! Y ni siquiera está en el lugar correcto!!!

Comentario al margen: Algo que nos llamó poderosamente la atención fue el largo de las polleras de los uniformes de las chicas, a saber, mitad de la pantorrilla en promedio. Parece como si los padres se las hubieran comprado previendo todos sus estirones, para que les duren toda su etapa escolar.

No sé si fue la gente, la arquitectura o qué (probablemente una combinación de todo) pero de algún modo nos enamoramos de Quito, aunque no pudiéramos ver ni un poquito del volcán Pichincha.

Saludos a todos desde el camino,

Marie
Quito, Ecuador
30 de abril de 2010

viernes, 4 de junio de 2010

The Ecuadorian Dream

New York, 10 de Septiembre de 2001, 23:30

Ring, Ring

- Buenas noches

- Hola Jaime, ¿cómo estás? Habla tu jefe, mira, mañana en vez de venir al WTC necesitamos que lleves el dinero a nuestra otra oficina del Central Park, ¿hay algún inconveniente?

- (voz medio somnolienta) Mmmh, no  no, qué problema. Entonces mañana voy directamente a la oficina de la 55 a las 9AM.

- Gracias Jaime, nos vemos mañana entonces.

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Palabras más, palabras menos es lo que nos cuenta Jaime mientras afuera llueve de corrido. Curiosamente, además de vivir en NY también trabajó en Buenos Aires como repartidor de una empresa de alimentos y conoce remotos lugares (al menos para el ecuatoriano promedio) como Ranelagh, Escalada o Ciudad Evita.

Gracias a las acrobacias del destino, nuestro interlocutor pudo gambetear lo que todos ya vimos por TV ese martes hermoso de primavera en BA. Lamentablemente sus compañeros de oficina no tuvieron la misma suerte y murieron ahogados por las cenizas, el polvo y la confianza ciega en los procedimientos y las reglas; pudieron haber escapado pero no lo hicieron. 

Les confieso que muchas veces pensé cómo sería estar en el lugar de alguien que providencialmente y a último momento evita una catástrofe. ¿Cómo seguirá la vida del tipo que bajó del piso 101 a comprar cigarrillos justo a tiempo? Nunca imaginé que alguna vez me fuera a cruzar con alguien que me pudiera contar cómo zafó del 11S,  menos aún que fuera ecuatoriano y definitivamente menos escuchar el relato en Quito.

Felizmente las vueltas de la vida retornaron a Jaime a su tierra natal y hace unos meses está intentando levantar un viejo hostel en una casona colonial que aparentemente supo ver años mejores.

Y es que para comprender un poco mejor a este pequeño pero riquísimo país, hay que entender una significativa característica cultural: Ecuador es un país de migrantes. Se calcula que casi 2 de cada diez hijos de la tierra de Sucre viven bien lejos, la mayoría en Estados Unidos o España. Hasta hay un banco que se promociona como el “banco de los emigrantes”.

Pareciera que en el imaginario popular ecuatoriano, la tierra del tío Sam es como El Dorado para los españoles que llegaron a América, la casa de los dulces para Hansel y Gretel o la América de las oportunidades que venían buscando nuestro abuelos. Y no dudo que para muchos el hecho de inmigrar pueda abrir la puerta a nuevas oportunidades. Pero a veces, pareciera que todo este asunto es casi como una obsesión para mucha gente. Me arriesgaría a decir incluso que es difícil cruzarse con alguien que no haya vivido afuera o tenga algún pariente por ahí.

Y sin embargo, al mismo tiempo, paradójicamente Ecuador se está posicionando fuertemente como país de migración para muchos colombianos, venezolanos y centroamericanos (muy especialmente cubanos) en busca de nuevos aires y escapando de graves problemas locales.

Por último, les dejo un link a una buena película colombiana que trata el tema de la inmigración ilegal (http://www.imdb.com/title/tt0475860/). No dejen de darle un vistazo si les interesa el tema.

Ah, y todavía no puedo entender cómo tiene éxito Kentucky Fried Chicken cobrando su combo 10 dólares, cuando se consigue en todos lados lo mismo por mucha menos plata.