Finalmente el cruce fronterizo de Aguas Verdes – Huayquillas no parece taaaan siniestro como todo el mundo lo pinta, quizá la cosa cambie de día, y cierto es que el proceso de inmigración es sencillo pero antiintuitivo. Los puestos no están en la frontera misma, sino en una oficina dentro de un edificio en el lado peruano, y a la vera de la ruta, unos cuantos kilómetros más adelante en el lado de Ecuador.
Un sellito por aquí, una impresión como cuando uno paga una boleta en pago fácil y ya está, estamos del otro lado una vez más. Ahora sí, vamos a dormir! Craso error, a los 10 minutos pasamos por la Aduana y se ponen a “revisar” cosas. Bueno ahora sí, a dormir! Nop, otros 10 minutos más y tenemos un control antinarcóticos. Bajamos todos del bus y la revisión no tiene mucho énfasis y es por portación de caras, en nuestro caso con DNI tarjeta alcanza y sobra, tenemos cara de buenos. Ahora sí, chofer, métale derecho para Guayaquil.
Pienso qué conozco de este país, y la verdad es que realmente pocas cosas. De Bolivia o Perú, uno suele tener más noticias, incluso gente conocida que le cuenta cosas, pero de Ecuador ya nos vamos quedando sin datos, hasta el mapa lo tengo difuso. Vamos entrando en terreno desconocido.
Recapitulo y lo primero que viene a la mente son las bananas, creo una de las principales exportaciones del Ecuador junto con el petróleo y los camarones. Intenten conseguir en Argentina una banana que no sea marca “bonita” ecuatoriana y luego me cuentan. De hecho las bananas peruanas no llegan a los 10 cm de largo.
Galápagos es otra referencia que viene fácil, bien alejadas del continente, debe ser uno de los lugares más extraños del mundo para ver fauna. En el bodriazo “Capitán de mar y tierra” muestran unas imágenes y de hecho no se si cuentan la historia de Fitz Roy o Darwin, creo que me quedé dormido.
Quito, la capital y el Chimborazo y el Cotopaxi. Si les gustan las montañas, seguro que alguna foto vieron. Igual ya son menos obvias. Mitad del mundo, el agua del inodoro que gira al revés (será verdad?), el río Napo y el misterioso Oriente. La diversidad de los parques amazónicos y las empresas que buscan petróleo.
Para los que les gusta la historia, es el país de la famosa “entrevista”. Si bien los términos son secretos y nada de “chimentos” o “intrusos”, como corresponde entre dos figuras de la talla de San Martín y Bolivar, la cosa fue más o menos clara.
– No podemos seguir los dos al mando, alguien tiene que ceder seguro dijo Bolivar.
– Simón, la gloria es toda tuya si la quieres. Mi trabajo ya está hecho, América ya casi es libre. Terminá vos, mandalo a tu mariscal Sucre, yo me voy a tomar mates a Mendoza (Claro que después cambió de idea y los mates se los tuvo que ir a tomar a Francia, si conseguía yerba claro).
Patacones. Mhhh que ricos. Glenda que me enseñó a hacerlos también es un poco de Ecuador en mi esquema mental. También hay ceviche acá. Cuando era chico recuerdo escuchar en la radio un partido de River con el Barcelona cuando atajaba el gato José Miguel y también alguna vez Boca jugó con el EMELEC.
Referencias más contemporáneas y turbulentas, la dolarización y Cavallo, la guerra con el Perú, las armas argentinas (un par de veces en Perú me lo recordaron/semi reprocharon), Correa imitando a Chávez y las FARC, los bonos riesgosos, los acuerdos con Aysa para hacer una represa semi imaginaria.
No tengo ya más cosas asociadas con Ecuador en la cabeza (me olvidaba de Baños, Montañitas y Cuenca, que a esta altura son sólo nombres y nada más) así que me quedo dormido. Todas las referencias que tengo son excelentes, parece ser un país super interesante. Ya llegamos? Si recién son las 5 de la mañana…
Por suerte la terminal es sencillamente increíble, bien organizada, impecablemente limpia, parece un aeropuerto. Incluso es como un centro comercial, tiene escaleras mecánicas y algunos negocios. Qué sorpresa… Ya me había acostumbrado a las terminales bien caóticas, ojalá Retiro algún día pudiera ser como esto. Hay unos banquitos y es un buen lugar para dormitar, hasta que salga el sol y abran los negocios. Nos dejarán los voceadores? Ah, aquí los sánguches, son sánduches y escuchan a Pimpinela…
Hola, Mariela y Palolo, por si no lo saben, estamos leyendo todos los días las historias publicadas como lo hacía hace muchos años a la espera del "Patoruzito", que me devoraba en minutos y .... a esperar otra semana. Claro a Uds. quizás les parezca absurdo lo que cuento.No importa, era así. Los felicito! Y les digo con respecto al viaje "Todos somos Palolo y Marie", Nos gustan mucho los episodios.Aun los desagradables. Vemos con sus ojos y leemos con sus palabras... Un beso a ambos
ResponderEliminarHola!! Qué lindo comentario! Che, yo también leía Patoruzito, eh! :-) Me encanta saber que nos están siguiendo y leer que se dan una vuelta por acá nos hace sentir que están un poquito más cerca. Esperemos seguir entreteniéndonos y acercándoles todo lo lindo y no tanto de nuestra América Latina. Abrazo!!!! JP
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